- Centro Cultural Rojas, 2004
Crítica de S. Lacunza (Ámbito Financiero, 23/06/04)
“Salvo los machistas menos enterados, el resto de la humanidad aprendió que hay formas de referirse a las mujeres que deben evitarse. Ya sea por convicción o por corrección, los medios tomaron nota de que no es apropiado menoscabar en forma explícita la inteligencia femenina ni reservar a las mujeres un espacio denigrante, como ocurrió durante gran parte de la historia de la humanidad. Adriana Amado Suárez disecciona el discurso sobre el género que emana de los medios argentinos, en particular la TV, y devela un tramado en el que aún desde las voces menos sospechadas y tras ciertas apariencias sofisticadas, se sigue hablando de mujeres que tienen menos derechos y a la que se les exige mucho más que a los hombres.
A través de un relato irónico y humorístico, La mujer del medio, termina siendo una denuncia irrefutable, y emplea para ello un método contundente: hace hablar a las mismas mujeres de la TV. Por el libro desfilan testimonios como el de una vedette que sugiere que le gusta que le peguen (preferencia que le terminó costando caro) a una periodista que alardea de su feminismo pero que para justificar una evasión impositiva apela a victimizarse revelando intimidades de su divorcio.
La publicidad, profusamente analizada en «La mujer del medio», se percató de que puede vender más si saca a las señoras de la cocina para llevarlas a conocer el mundo. El precio que se pide por haber «ganado» la libertad es desmedidamente alto. La mujer liberada de la TV no sólo debe trabajar, llevar a los chicos a la escuela, limpiar con « blancura perfecta» y «brillo insuperable», hacer trámites, cocinar, ir a la pel uquería, sino que le es inadmisible perder un ápice de la seducción. Las exigencias físicas hacia las mujeres son inhumanas, como bien queda demostrado en el libro de Amado Suárez.”
Capítulo 2: “Pedazo de Mujer” [extracto en PDF]
Capítulo 3: “Las muchachas periodistas” [extracto en PDF]