Como el mundo comprobó con Donald Trump, no importa lo absurdo que fueran sus tuits, inmediatamente se convertía en el centro de la discusión pública global. Esta atención que la prensa da a los tuits ha convertido a Twitter en la red social preferida por los presidentes. Los líderes globales saben que lo que publiquen ahí va a ser multiplicado por los medios. Y si además tienen talento para despertar la indignación de los tuiteros, se aseguran que la conversación gire alrededor de sus provocaciones.
Los presidentes latinoamericanos fueron los pioneros en proclamar a gritos sus pensamientos en la microrred. Muchos hicieron de la agresividad con sus adversarios y críticos una marca de estilo, como @mashirafael y @AlvaroUribeVe. Otros agregaron a la contorversia la verborragia, como @cfkargentina o @nicolasmaduro, que es quien más tuitea y tiene más cuentas en muchos idiomas, para que el mundo no se pierda sus trinos. Sin embargo, tanto esfuerzo no le ha sacado el trono de seguidores en Venezuela que sigue teniendo el gran impulsor de la herramienta: @chavezcandanga sigue sumando a sus más de 4 millones de seguidores, aunque por razones de público conocimiento no tuitea desde febrero de 2013.
La centralidad que tiene EEUU en la política global ha puesto a Donald Trump en el eje del debate pero sus recursos no distan de los que en Latinoamérica conocíamos desde hace bastante. Por eso son de mucha utilidad también por aquí los consejos de George Lakoff sobre cómo manejar inteligentemente el debate político en las redes sociales. Aquí una traducción libre del decálogo que el neurolingüista publicó en su blog en febrero de 2017:
Diez puntos para activistas de la democracia, según @GeorgeLakoff:
1. Comprender las bases de las ciencias cognitivas ayuda a entender cómo funciona la mente en la comunicación. La mayoría de nuestras decisiones provienen de los procesos neuronales inconscientes, muy complejos, que dependen de los particulares marcos conceptuales que tiene cada persona. Los puntos principales de la teoría de Lakoff los expone en su blog y los actualiza en sus redes sociales.
2. No es lo mismo encuadre que propaganda: Los encuadres (framings) son los esquemas mentales que todos usamos. Cada palabra del lenguaje es un marco mental. Los encuadres son esenciales al pensamiento y en sí mismos, neutrales. Cuando nos expresamos honestamente, usamos los marcos mentales de manera natural. La diferencia con la propaganda es que construye deliberadamente marcos basados en mentiras para manipular o sacar ventajas políticas.
3. Enfocarse en la rendición de cuentas: los políticos protagonizan las noticias en parte por su poder pero principalmente porque los medios se obsesionan con sus declaraciones. Es importante focalizarse en los hechos y dejar de contribuir a la publicidad de tuits y personajes como Trump.
4. Concentrarse en el asunto, no en el espectáculo: Los tuits de Trump no puede ser que más importantes que los ataques a la libertad, la democracia y a gente inocente. Hay que darle un marco alternativo y preventivo a esos tuits provocativos para desarmar su juego (ver gráfico).
5. No perder de vista los valores de la democracia: la empatía del gobierno con los ciudadanos, la transparencia de los actos de gobiernos, la libertad y la igualdad de oportunidades son los valores a defender.
6. Tener cuidado con las noticias falsas: antes de difundir, verificar la información en fuentes confiables.
7. Entender cómo funciona el cerebro político: los hechos siempre son percibidos desde marcos mentales que se refuerzan en la medida en que son activados. Las ideologías son marcos fijos que se apoyan en “verdades superiores” que pueden ser grandes falacias.
8. La ciudadanía siempre es la mayoría: No hay que permitir que una posición partidaria nos haga caer en el desaliento ni en la indignación. No hay que responder a la provocación reforzando el enfoque partisano sino conversar desde nuestra perspectiva personal apoyada en cuestiones concretas, evitando hechos aislados o cifras vacías. Se trata de aportar ideas a un debate constructivo y honesto. Esa es la mejor resistencia.
9. Se necesita una mirada positiva: Hace falta una perspectiva progresista, que considere el bien general y no los intereses particulares, que considere los menos favorecidos y la preservación del medioambiente.
10. La conversación de George Lakoff se mantiene actualizada en sus redes y en su blog, pero sus libros son de obligada consulta para los que quieran entender cómo se construye la conversación pública desde la perspectiva cognitiva y los aportes de las ciencias neuronales.
Algunas investigaciones sobre los tuits de presidentes de Latinoamérica a la discusión:
Manfredi J., Amado A., Waisbord S. (2021) “Twitter presidencial ante la COVID-19: Entre el populismo y la política pop”, “Presidential Twitter in the face of COVID-19: Between populism and pop politics”, Revista Comunicar, Vol. XXIX, Nº 66.
Waisbord, S. y Amado, A. (2017): “Populist communication by digital means: presidential Twitter in Latin America”. Information, Communication & Society, 4462: 1–17.
“Tuits y gritos”, número 33 de Más Poder Local Magazine.
Política pop: de líderes populistas a telepresidentes (Ariel, 2016)