Preguntar es profesión de superhéroes

DiDomenica_PeriodistasAcaba de aparecer un libro sobre la profesión de preguntar que fiel a esa esencia se hizo preguntando. Sebastián Di Doménica entendió que nada mejor para los estudiantes de periodismo que él se tomara el trabajo de dialogar con periodistas  sobre los temas que acucian a la profesión. El libro incluye estas conversaciones con Hugo Alconada Mon, Pablo Llonto, Roberto Caballero, Alejandro Seselovsky, Luis Majul, Cynthia Ottaviano, Miriam Lewin y Diego Rojas, a los que el autor brinda un pedagógico encuadre teórico en cada capítulo. Tuve la suerte de ser invitada a sumarme a tan rica conversación con el prólogo del libro, que comparto porque no se me ocurre otra reseña mejor para que lo conozcan. 

Prólogo a Periodistas que preguntan por qué (por Adriana Amado)

García Márquez acuñó la idea de que el periodismo es el mejor oficio del mundo. Los que ejercemos la docencia con vocación también creemos que el nuestro es el mejor trabajo. Con lo que resulta que los que enseñamos periodismo somos privilegiados, porque combinamos dos apreciadas tareas. Y eso que nuestro amor se pone a prueba todos los días, porque se trata de universos que transmutan, innovan, se trastocan, intensamente, que todo el tiempo se están refundando. Por eso es que los manuales de siempre ya no sirven para preparar a aquellos que van a ser profesionales de la información mañana mismo. Cambia el periodismo, cambia su enseñanza, necesariamente debemos cambiar nuestros textos.

Hace un tiempo atrás, por el cine circulaban modelos de periodistas intrépidos, que iban por ahí de impermeable y sombrero ladeado, inspirando a jovencitos que llegaban a las escuelas solo preguntando cómo, porque habían visto que el periodismo indagaba, se calzaba la capa de justiciero y luchaba contra los males de la sociedad. Sabían qué hacía un periodista y solo querían aprender el cómo. Hoy los estudiantes llegan a los cursos con modelos que no podrían enseñarse en una misma carrera, y la mayoría no tiene demasiado claro si de grandes quieren ser el presentador exitoso de televisión, el descontracturado reportero de deportes, el operador político, el comentarista simpático de la radio, o un docente más en la misma facultad enseñando a chicos que luego enseñarán a otros y así. Nadie trae en mente un paladín de la verdad buceando en los bajos fondos del poder. A lo sumo después salen con unos viejos héroes que nosotros les contamos tanto como para convencerlos de que su destino es el de alguien que no pudo ser emulado por nosotros. Justo ellos, que se criaron mirando la nueva versión del Hombre Araña, superhéroe cuyo alter ego periodístico es Peter Parker, un precarizado reportero gráfico sin empleo fijo, maltratado por sus superiores y obligado a repartir pizzas en sus ratos libres. Justo le planteamos héroes imposibles a una generación que  para la profesión ya no tienen a Superman como referencia.

No es casual que la inquietud de desarrollar un libro como el que presenta Sebastián Di Doménica haya surgido de las aulas, donde más se debate hoy qué es la profesión, dónde irán a trabajar, qué competencias deberían adquirir para lograrlo. Qué pueden hacer con todo este nuevo mundo de redes y conexiones que parece poner la profesión al alcance de cualquier periodista ciudadano. Y como docente más atento a las preguntas de los estudiantes que a los mandatos avejentados, Di Doménica elige como informantes a periodistas que viven las nuevas lógicas y las encarnan en algunas de sus múltiples variantes. Periodistas con medios y con paciencia para las investigaciones más tradicionales. Periodistas sin medios pero con pasión como para develar en libros los que no cabe en otros espacios. Periodistas con perspectiva política. Periodistas con perspectiva estilística. Periodistas que parten del asombro. Periodistas que empiezan con un expediente. Periodistas etnólogos, militantes, inconformes, obsesivos, insolentes, creativos. Mucho más interesantes que los viejos próceres inalcanzables.

“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda” cita un capítulo a Verbitsky que cita a su vez (sin referirlo, o sin saberlo) una frase que se atribuye a William Randolph Hearst y que muestra cómo la preocupación se mantiene aunque muta de sujeto. La inquietud empezó el siglo pasado en el empresario que inmortalizó Wells en “El ciudadano”, como explicación del naciente negocio periodístico. La citaba casi un siglo después un periodista en un libro de investigación al poder. Hoy sintetiza el conflicto de intereses que enfrenta los periodistas cuando reclaman herramientas de trabajo tan básicas como las conferencias de prensa o el acceso a la información pública. Esa frase sola justifica el título elegido para este libro en la medida en que un periodista que no sepa o no pueda preguntar, ¿a qué se dedica?, ¿qué vendría a ser?

Las cosas están cambiando. Al punto que tenemos que recordar que no se es plenamente periodista entrecomillando una gacetilla, copiando y pegando lo que escupe Google a la primera búsqueda, defiendo intereses que no son los de la profesión ni los del público. Periodista se es, sobre todo, preguntando. Y los testimonios que ilustran los capítulos de este texto muestran que todavía es posible hacerlo.

Ficha del libro:

Autor: Sebastián di Doménica
Periodistas que preguntan por qué. Relatos y entrevistas sobre periodismo de investigación
292 pág. | 16 x 23 cm
ISBN: 9789876910316
Año de edición: 2013