Nos fuimos acostumbrando a que los gobiernos se convirtieran en un programa más de la tele. Como si se tratara de la telenovela, extrañamos su falta cuando el presidente de turno omite el capítulo diario en que se dirige al pueblo por televisión. Muchos confunden comunicación con esa mediatización permanente del gobernante que, creyendo que debe ser la principal celebridad del país, responde obedientemente a las reglas del espectáculo, a las que somete la comunicación de su gobierno:
“La comunicación es todo” repiten insensatos en los despachos y en las oficinas de prensa, y la oración vuelve en recortes de diarios para orientar a los asesores que, desesperados por un título incómodo, salen a buscar consultores que inventen titulares alternativos y vean la forma de reemplazarlo. El circuito vuelve al despacho que, nunca conforme con la imagen que le devuelve la pantalla en que se mira, intentará modificarla. No considerará apagarla o mirar para otro lado porque el narcisismo de la política contemporánea la pone a mirarse compulsivamente en el estanque de aguas servidas donde circula un caudal de mensajes reciclados una y otra vez. Del despacho al asesor y a la oficina de prensa, al consultor, a los medios, a la oficina de prensa, al asesor, al despacho… para recomenzar varias veces el filtrado y reciclado de una información que llega al final del día sin oxígeno y oliendo a rancio. (del capítulo 1 de Política pop)
El apogeo y declive de gobiernos que construyeron su hegemonía desde los medios permite ponderar las fortalezas del régimen mediático pero, sobre todo, las debilidades del gobierno basado en la imagen. Como sabe bien la industria del espectáculo pero no termina de entender la política, lo que la celebridad tiene de intensidad lo tiene de fugacidad, por lo que no parece el mejor camino para construir la legitimidad que necesita un gobierno. Figuras que parecían eternas caen en el olvido, conquistas que se suponían permanentes se deshacen como las figuras de papel maché que las encarnaban, nombres que se creían imborrables se convierten en una calle cualquiera de los suburbios latinoamericanos.
Lo que no llega a explicarse desde la teoría política y el populismo, parece cobrar sentido si se intenta analizar desde las reglas del pop y la cultura de masas a la que acomodaron el discurso los líderes carismáticos del siglo XXI. De eso se trata este ensayo en el que intenté explicar el pop-ulismo latinoamericano como heredero de la política pop que apareció en Italia a fines del siglo pasado y desembarcó en Latinoamérica, caracterizada de ideología. Les dejo el prólogo, para empezar la conversa.
Bajar en PDF Politica pop Amado Prólogo
Política pop en Google Books.
Adriana Amado (2016). Política pop: de líderes populistas a telepresidentes. Buenos Aires, Ariel. (ir a la wed de editorial Planeta)
Notas y presentaciones de la obra Política pop:
Expositora en el congreso XIII Congreso Nacional de Ciencia Política, Simposio “El poder de la comunicación política”, Mesa especial “Reflexiones sobre el populismo y la comunicación”sobre Política pop y su impacto en la comunicación política.
Entrevista sobre populismo y elecciones para el ciclo internacional del Magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos UAI de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo (Chile).
Portal de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile) Adriana Amado: “Comunicar para el fanatismo siempre es más fácil”.
Entrevista para ALICE (Asociación Latinoamericanana de Investigadores de Campañas electorales): “Nuestro líder pop es el papa Francisco”.
Columna de opinión para Beers&Politics: “Los pop-pulismos latinoamericanos”
Invitada a moderar el Primer Encuentro en MESO de la Universidad de San Andrés “Redes sociales en la campaña presidencial 2015”.
Presentación del libro en FLACSO con Omar Rincón, María O´Donnell y Enrique Del Percio.
Entrevista para el programa Banda 3.0 sobre Política pop.
Entrevista para la Revista Sophia: “Bienvenidos a la era de la política pop”
“Lessons of populism”, columna en Social News (Italia).
“Diálogos: del atril a Facebook, comunicar el poder”, por Nando Varela Pagliaro, en Suplemento Ideas, diario La Nación.
Entrevista en el programa “Veníamos bien. Otro programa de política” de Radio La Plata.
“Más allá de la ideología: ¡viva el pop!” por Héctor Pavón, en Revista Ñ.
“El líder pop está más preocupado por comunicar que por gestionar”, por Giselle Rumeau, en 3días del diario El cronista.
Entrevista para Radio de la Ciudad en el programa “Por si las moscas”.
Entrevista para la Radio LT10 a Adriana Amado: “Las políticas pop dejaron una base muy pobre de doctrina”
“Creemos las noticias si las vemos en televisión”, entrevista de Tato Young en Radio Mitre.
Adriana Amado: “Las doctrinas de los populistas son sus cadenas nacionales”, por Matías Falco en Infobae.
Entrevista de Pablo Rossi, en Conversatorio por Canal 26.
“En la política pop se comunica más de lo que se gestiona”, entrevista de Luis Majul para Radio La red.
Entrevista de Jorge Lanata en Radio Mitre.
“Popstars de la política”, fragmento de Política pop en Bastión Digital.
Entrevista en el programa “Tiempos líquidos”, en Radio Cultura.
“Adriana Amado y su ensayo sobre la política pop”, en MDZ on line.
“El gobierno es comunicación, pero si no hay gestión no se puede comunicar nada”, por Gabriel Rossini en el diario El Litoral.
“Líderes de la política pop: cuando lo central es estar en las pantallas”, por Victoria Rodríguez, en diario Uno.
Entrevista por Daniel Seifert y José María Costa en “La posta”, Radio Conexión Abierta.
“Adriana Amado y un agudo ensayo sobre la política pop y los Telepresidentes”, por Julieta Grosso en TELAM.
“A los gritos”, por Leandro Filozof en Veintitrés.
“Cómo comunicar una mala noticia”, por Pablo Méndez Shiff en Nuestras voces.
“Nadie pasa todo el día pendiente de la televisión, excepto los políticos”, en El estadista.