La propaganda política ya no es lo que era. Los estados ya no necesitan ejercer torpes mecanismos de coacción cuando tienen a su disposición toda la maquinaria de comunicación. En los últimos años los gobiernos latinoamericanos invirtieron sumas millonarias en intensas y extensas campañas de publicidad y relaciones públicas que incluyen patrocinios, prensa, espectáculos. Como resultado, los presidentes se han convertidos en los principales comunicadores, alrededor de los cuales gira toda una aceitada máquina de comunicar.
La comunicación espectáculo mereció valiosos ensayos sobre la seducción que ejercería en las audiencias pero el encanto inicial no parece perdurar en el tiempo. La primera década del siglo muestra cómo la construcción de liderazgos rutilantes en los medios no necesariamente deja una construcción política sólida. Antes bien, el caudal de dinero destinado a la comunicación parece necesitar aumentarse año a año para obtener los mismo sino peores resultados. El impacto del Estado comunicador en el sistema en la comunicación pública en general, especialmente en el periodismo, los medios y la cultura política, todavía no ha sido estudiado lo suficiente.
Desde esta perspectiva, la Argentina se convierte en un caso de estudio porque en poco menos de una década el Estado argentino se consolidó como uno de los mayores anunciantes publicitarios del país, en principal productor audiovisual, en el mayor administrador de las licencias de medios, en el patrocinador exclusivo de deportes masivos como fútbol y en un importante organizador de eventos artísticos. Sin terminar de fortalecer el sistema de medios públicos, se convirtió en central financiador de productoras audiovisuales y de medios privados y comunitarios, que comienzan a depender para su subsistencia del financiamiento estatal.
El libro La comunicación pública como espectáculo repasa algunos hitos de la comunicación pública de la Argentina del siglo XXI. A partir de una investigación documental y periodística describe cómo se vinculan gobierno nacional, periodistas y medios en un sistema en donde prima la lógica de la industria cultural antes que el derecho ciudadano a la comunicación pública. La obra suma la voz de distintos especialistas que estudiaron de cerca el proceso en sus distintos aspectos, para plantear un debate desde la complejidad que demanda el tema.
La comunicación pública como espectáculo: relatos de la Argentina del siglo XXI (Libro en formato digital)